Aún son muchas las personas que confunden la palabra Brillante con Diamante debido a la errónea nomenclatura del mineral.
La palabra Brillante hace referencia al tipo de Talla que todo el mundo conoce cuando piensa en un Diamante. Es tan habitual encontrarse con este tipo de Talla en joyas que se sustituye, coloquialmente, por el mineral, que es el Diamante. Lo correcto sería decir que tengo un Diamante en Talla Brillante.
A la hora de comprar un Diamante, las características principales que influyen en el precio final son el Color, Peso, Pureza y Talla.
Os dejamos un resumen para que conozcáis cómo interviene el proceso de Talla.
Que el Diamante sea la sustancia más dura del planeta es precisamente el motivo de su nombre. De origen griego, “adamas”, significa invencible, indomable, que no se doblega, haciendo referencia a la dureza del Diamante.
Para entender el proceso de la Talla y la evolución de la misma es imprescindible conocer algunas propiedades del Diamante, sólo así el lector puede comprender los problemas con los que se han ido encontrando, a través de los siglos, talladores de todo el mundo.
La estructura cristalina cúbica de los átomos en el Diamante es muy compacta, de ahí que se trate de una mineral muy duro y resistente. Casi siempre el material en bruto de Diamante se encuentra con forma de octaedros perfectos o semi-perfectos de caras planas.
Para el tallador, lo más importante es conocer la exfoliación que en el caso del Diamante es perfecta. Es decir, hay direcciones clave que facilitan e indican al tallador por dónde empezar a tallar la piedra.
Remontándonos a la historia, desde el 800 A.C que se descubrieron los Diamantes en las cuencas de los ríos de India hasta mediados del Siglo XV, la Talla no evolucionó mucho.
Los Diamantes en bruto sólo se pulían ligeramente antes de enganzarse en joyas. París era entonces el principal centro de talla de todo tipo de gemas. No era así para el” Indomable”.
Todo era más complejo pues no existía la maquinaria que puliera o realizara cortes a la dureza que requería el Diamante.
A finales de siglo, gracias a la muela y al descubrirse que sólo diamantes tallaban Diamantes, se añadieron al cristal más facetas y por tanto mejoras ópticas. Se consiguieron tallas sencillas como la Rose cut que constaba de 17 facetas.
Desde aquel entonces hasta principios del siglo XIX resultó ser la forma de talla más utilizada. De unos años a esta parte se ha incrementado la demanda de esta talla debido a la tendencia y gustos por la joyería antigua de estilo llamado ahora vintage.
A partir de aquí cabe destacar el acontecimiento más importante, que marcó un antes y un después en el mundo del Diamante; El descubrimiento de Kimberley.
Coincidiendo con el descubrimiento de minas en África al auge por el Diamante creció des mesuradamente. Se halló el primer yacimiento no fluvial a principios del Siglo XIX en Kimberley, (Sud África,) que dio lugar a una inversión en mejorar instrumentos de talla en Amberes.
Además los conocimientos cada vez más avanzados en propiedades ópticas, permitieron a los talladores acercarse a unas medidas ideales con el objetivo de aprovechar el máximo reflejo de la luz en el interior la piedra.
En aquel momento hubo una bajada de precios importante debido a la cantidad de extracción que se estaba produciendo en África pero no impidió la locura por hacerse con un pedazo de tierra a las orillas del rio Orange.
El primer éxito evolucionado de la talla moderna del Diamante, llamada Old mine cut”, apareció a finales del XVII y ya contaba con el mismo número de facetas que la actual quedaba lejos de los ángulos y proporciones a las actuales.
La siguiente talla mejorada llamada Old European cut fue la más utilizada hasta finales del siglo XX. El tallador europeo Gaby Tolkowsky estudió las proporciones ideales que ha de tener un diamante con talla brillante.
Resultó ser el tallador más famoso porque fue l encargado de tallar el famoso Diamante Centenario encontrado en la Mina Premier en julio de 1.986. El Diamante Centenario pesaba 599,10 quilates.
El tallador, Gabi Tolkowsky, tardó tres años en facetar la primera cara de la piedra. El objetivo era obtener el Diamante más perfecto y grande del mundo.
Por tanto, queda claro que en función de las proporciones, un Diamante brillará con todo su esplendor siempre y cuando la luz que penetra en el interior de la piedra se refleje de una faceta a la otra.
El tallador tiene un importante papel y es el único responsable del resultado final.
Cuando las proporciones de una piedra ya tallada están lejos del ideal puede deberse a que el tallador ha querido obtener el máximo peso compensando que el cristal no es de buen color y pureza. De modo contrario, si el Diamante es de buena calidad, siempre se intenta conseguir varias piedras con talla ideal de buen color y pureza.
A la hora de comprar un Diamante es imprescindible conocer cuánto afecta al precio una buena o mala talla. El comprador debe conocer a qué tipo de talla corresponde el Diamante que acaba de adquirir.
En Alfonso Martí, para seguridad y confianza de nuestros clientes, contamos con gemólogos especializados en la clasificación de Diamantes. Ellos se encargarán de emitir certificados de garantía y calidad con todas las características de la joya y/o Diamantes que contienen.